Posibilidades para Europa de los tipos negativos de interés

May 8, 2016 por
Posibilidades para Europa de los tipos negativos de interés

Recientemente hemos conocido que el Tesoro Público español se ha vuelto a financiar a tipos negativos. Es decir, cobra por que le presten dinero. Simplificándolo mucho, nuestras autoridades reciben una cierta cantidad de dinero, le dan el uso que consideran más adecuado y, pasado el plazo de vencimiento de esa deuda, devuelven una cantidad menor a la que le han prestado.


Los ciudadanos de a pie nos preguntamos cómo puede ser esto. A todos nos gustaría poder hacer lo mismo. Imaginemos que compramos una vivienda, la financiamos con una hipoteca y a la hora de devolver la deuda, el importe es menor que la cantidad solicitada.


Pensamos que en este punto debemos hacer algunas reflexiones. En primer lugar, ¿qué clases, formatos, tipos de deuda emiten nuestras autoridades? Asumiendo lo prolijo de esta respuesta, creemos que se podría  simplificar en:


Letras del Tesoro. Son activos a corto plazo emitidos por el Tesoro Público. Probablemente es la principal fuente de financiación de los gobiernos. Se emiten en plazos cortos: 3, 6, 9 y 12 meses. Tradicionalmente se consideran la inversión de mayor seguridad y liquidez, ya que son  “cuasi dinero” -se pueden convertir en liquidez muy rápidamente-. Su tipo de interés se utiliza en ciertas circunstancias como referencia para definir la rentabilidad del activo sin riesgo. En toda Europa existen activos idénticos o muy similares.


Las comunidades autónomas, corporaciones locales y algunos entes públicos, emiten pagarés a corto plazo, que técnicamente se asemejan mucho a las Letras.


Bonos y obligaciones del Estado.  Un bono representa parte de una deuda, a favor de su tenedor, y emitida por una entidad para la financiación de un proyecto. Los bonos y obligaciones se emiten por el Gobierno para financiar el déficit público. La diferencia entre un bono y una obligación es su plazo de reembolso. Los bonos (3 y 5 años) y obligaciones (10, 15 y 30 años) se emiten a un tipo de interés fijo que se abona mediante cupones anuales.


Deuda autonómica y de otros organismos. Las comunidades autónomas, corporaciones locales y diversos entes públicos emiten valores a corto plazo (pagarés) y a largo plazo. Sus características son similares a las de las letras y bonos y obligaciones del Estado, respectivamente.


Ahora que ya sabemos que tipos de activos emite el Tesoro, nos preguntamos: ¿cuál es su coste? Cuando se emite deuda pública, se hace mediante el mecanismo de las subastas. Este sistema provoca la aparición de, entre otros, dos tipos de interés, o coste del dinero para nuestras autoridades.


Cuando los medios de comunicación hablan de estas subastas, es frecuente oír hablar del tipo medio y del marginal. ¿Qué es esto? Veamos un ejemplo: en un momento dado hay ahorradores dispuestos a comprar 1.000 euros de bonos al 1%, 1.000 euros al 2% y 1.000 euros al 3%, pero el Estado decide emitir solo 2.500 euros. Obviamente el estado dará 1.000 euros de deuda pública a los que se conforman con el 1%, dará 1.000 euros de deuda a quien se conforma con el 2% y al que quiere un 3% solo le venderá 500 euros. El tipo de interés marginal es el 3%, pero el tipo medio estará por debajo del 2%, es decir, las administraciones públicas se financiarán por debajo del 2%.


En la última subasta de abril, el Tesoro español colocó, entre otros activos, bonos a cinco años con tipos negativos. La emisión se realizó después de que se hubieran disuelto las Cortes y se hubieran convocado nuevas elecciones generales, y una vez que la Comisión Europea publicó sus previsiones macroeconómicas de primavera, que auguran mayor déficit público y menor crecimiento económico en España durante 2016 respecto a las previsiones del Gobierno. En este contexto, claramente desfavorable, se colocaron 1.935 millones de euros (bonos ligados a la inflación, emitidos por vez primera). La demanda duplicó el importe adjudicado y el tipo marginal alcanzó el -0,087%, con lo que el organismo adscrito al Ministerio de Economía cobró por emitir deuda. Situaciones similares se están produciendo en toda Europa, empezando por Alemania, Holanda o los países nórdicos. Así, el Tesoro germano se financia a 10 años al 0,15% anual y a 3 años al -0,51%.


Aquí nos preguntamos: ¿realmente existen inversores capaces de pagar al Estado español por invertir en un activo? La respuesta es sí, por diferentes motivos. En primer lugar, y dado que la inflación actual es negativa (-1,1 % en marzo), con una rentabilidad de los bonos del -0,087%,  la rentabilidad real, una vez descontada la inflación, sigue siendo positiva: +1,013 %.


Además, ante la especulación de que la inflación pueda seguir cayendo (deflación), los inversores seguirán obteniendo una rentabilidad real positiva siempre y cuando el nominal se mantenga.


Otro de los motivos que hace atractiva la inversión en este tipo de activos a un interés negativo es la seguridad que otorgan. Por estos factores, incluyendo la compraventa a corto plazo (especulación), los inversores pueden llegar a considerarlos rentables y seguros.


Pero, ¿porque el Estado ofrece tipos de interés negativos? Uno de los principales motivos es el aumento de la demanda de deuda pública. En este punto hay que citar el interés de los inversores y, sobre todo, el del Banco Central Europeo. Gracias a la decidida actuación de la entidad presidida por Draghi, el coste de financiar a los tesoros de toda Europa es muy bajo o, incluso, negativo.


Esta demanda aumenta también porque la gente está dispuesta a adquirir ciertos activos por su valor como activo refugio. Mientras piensan en qué invertir, guardan el dinero en un lugar seguro y a corto plazo, aunque la rentabilidad sea cero o negativa, como son las letras del Tesoro.


La situación de nulos rendimientos supone un desahogo para el Estado español y sus homólogos europeos, puesto que esta forma de financiarse les resulta muy beneficiosa, pero estos tipos no podrán mantenerse para siempre. En cuanto el crecimiento económico se consolide en la eurozona, veremos tasas positivas de crecimiento de los precios, lo que conllevará un paulatino endurecimiento de la política monetaria. En ZINCAPITAL (www.zinczpital.com) creemos que cuando se afiance la recuperación económica, el BCE comenzará a subir los tipos de interés.


Pero mientras tanto, las autoridades europeas podrían endeudarse a tipos negativos en plazos de hasta 5 años y realizar inversiones necesarias y productivas a medio y largo plazo (mantenimiento de infraestructuras muy castigadas por la crisis, inversión en eficiencia energética, etc.). Este tipo de actuaciones favorecería el crecimiento, aumentaría el empleo y no incrementaría el déficit público, ya que no habría gastos derivados del pago de intereses por esta deuda. Tampoco hay que olvidar que el margen de Bruselas para endeudarse es mayor que el de los estados miembros.


Estas actuaciones sobre la inversión pública dinamizarían la economía europea e incidirían sobre los dos principales problemas: el desempleo europeo y la capacidad de los estados miembros para pagar las pensiones. Además, harían mucho más sostenible nuestra economía y no encarecerían los costes de financiación.


Esta alternativa para reactivar Europa e incidir positivamente sobre los desequilibrios macroeconómicos (desempleo, déficit de la Seguridad Social, etc.) está esperando únicamente que los políticos pasen a la acción. Desgraciadamente, hasta ahora no han aparecido y, pese a la insistencia de Draghi y la institución que preside, no se les espera.