¿Como ayuda el Fondo Europeo de Inversiones a la PYME?

Abr 2, 2016 por

En Europa existe un instrumento financiero poco conocido por el gran público, el Fondo Europeo de Inversiones, que creemos que puede, debe y tiene que jugar un papel muy importante para reactivar la economía de la UE, ayudando a sus pequeñas y medianas empresas. De hecho, este vehículo funciona de una forma eficiente en determinadas áreas de actividad. En esta nota intentaremos dar una pincelada acerca de él.

Aunque es un tema conocido, entendemos que es bueno que recordemos aquí lo que se conoce, dentro de la UE como pequeña y mediana empresa. La Comisión Europea adoptó el 6 de mayo de 2003 una Recomendación sobre la definición de PYME, que modifica la Recomendación anterior, de 1996. El texto fija un método transparente para calcular los límites financieros y de número de empleados y está vigente desde el 1 de enero de 2005. De forma genérica se dice que una empresa forma parte de este colectivo si tiene menos de 250 empleados y una de las dos siguientes características: factura menos de 50 millones de euros y presenta un balance de situación igual o inferior a 43 millones de euros. Este es el colectivo sobre el que incide específicamente el FEI.

Su principal accionista es el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Su función es ofrecer financiación a las pequeñas y medianas empresas, mediante la utilización del capital riesgo y otros instrumentos no convencionales. Los otros accionistas son la Comisión Europea y las instituciones financieras (bancos privados y públicos, cooperativas de crédito, cajas de ahorro, compañías de leasing, capital riesgo, etc.) de toda Europa.

Este fondo se creó en 1994 y desde entonces viene actuando de forma ininterrumpida. Participan en él todos los países de la UE, además de Liechtenstein y Noruega, aunque actúa en los países de la UE, aquellos que son candidatos a incorporarse y los de la EFTA. Los dos últimos intervienen por la proximidad económica y cultural y porque no es descartable que a medio/largo plazo terminen por incorporarse a la Unión.

La actividad del FEI va encaminada a favorecer el desarrollo de una serie de actividades que en otras zonas geográficas y culturales están ocupadas fundamentalmente por el sector privado. Esto es particularmente cierto en regiones de tradición financiera sajona (RU, EE.UU., etc.).
Dentro de su actividad se distinguen dos grandes apartados:

– Capital riesgo y microfinanciación para las PYMEs, en especial aquellas que son innovadoras y de reciente creación
– Concesión de garantías a las diferentes instituciones financieras para “mejorar y cubrir” los créditos que otorgan a las PYMEs
– Ayudar a las naciones de la UE y a las que se encuentran en proceso de adhesión para desarrollar sus mercados financieros y crear las bases para el desarrollo del capital riesgo en general.

¿Cómo funciona?

Su misión fundamental es dar soporte a las PYMEs europeas, ayudándoles a obtener financiación. La forma de hacerlo es relativamente innovadora, ya que se han diseñado una serie de productos financieros enfocados a que los “socios” del FEI (bancos, compañías de microfinanciación, compañías de leasing, fondos de inversión, inversores privados, capital semilla, etc.) actúen como intermediarios. Es decir, el FEI ofrece a sus colaboradores una gama integrada de productos para que puedan facilitar a las PYMEs europeas una financiación diferente a la tradicional bancaria.

¿Cuáles son estos productos? En principio, se pueden agrupar en grandes áreas:

– Inversión. El FEI invierte en fondos de capital riesgo y desarrollo, además de ofrecer instrumentos de financiación, destinadas exclusivamente a la pequeña y mediana empresa.
A través de las participaciones en estos fondos, el FEI facilita el acceso al capital a las PYMEs con un elevado potencial de crecimiento e innovadoras. La selección meticulosa de estos fondos y sus procedimientos de actuación facilitan que el FEI sea un importante catalizador de la economía europea.
De esta forma, no invierte directamente en aquellas compañías que pudieran tener un especial interés, ya que su selección resultaría una labor imposible de realizar con los medios y recursos de que dispone. Lo que hace es colaborar con aquellos agentes que reúnen los requisitos fijados por el FEI, estableciendo y definiendo las características que deben reunir las empresas en las que se puede invertir.

– Deuda. El FEI y el BEI colaboran con un amplio abanico de intermediarios financieros, tales como bancos, compañías de leasing, instituciones de garantía recíproca y, en general, todas aquellas instituciones que facilitan financiación o garantías y avales a las PYMEs.
En este tipo de actuaciones, lo que hace es otorgar su garantía al intermediario colaborador. De esta forma, las garantías se basan en la condición de AAA (óptima calidad crediticia, es decir, mínimo riesgo) que tiene el FEI. Al tener un status de banco multilateral de desarrollo, permite que aquellas instituciones financieras con las que colabora no tengan que aplicar ningún tipo de coeficiente a la financiación que otorgan a las empresas europeas. Esta circunstancia facilita que los bancos otorguen crédito con un menor coste y sin consumir recursos que de otra forma hacen.
Otra posibilidad frecuentemente utilizada por el FEI es actuar como contrapartida de carteras de microcréditos (menos de 25.000 euros), operaciones de leasing o préstamos a PYMEs y particulares que desean estar autoempleados, pero tienen dificultades en acceder al crédito bancario. No hay que olvidar que en el conjunto de la UE el 99% de las startups son microempresas y que un 33% de las mismas son proyectos iniciados por gente desempleada.
El funcionamiento es similar al anterior, ya que la intervención del FEI “descarga” los balances de las entidades financieras del riesgo crediticio de estas carteras. Así, las entidades colaboradoras liberan capacidad de adjudicar más riesgo en este tipo de actividades.
En comparación con los mercados de microfinanzas asiáticos, africanos o sudamericanos, el europeo está en pleno proceso de implantación y desarrollo. No obstante, es un mercado que actualmente presenta un fuerte ritmo de crecimiento, especialmente en los últimos países incorporados a la UE (los del Este), ya que la normativa y la pequeña dimensión del mercado financiero lo facilita, o incluso obliga a ello.

En cualquier caso, el mandato del FEI está marcado y otorgado por la UE y no es otro que facilitar el emprendimiento, el crecimiento económico y, en definitiva, la creación de empleo. En ZINCAPITAL pensamos que este es un instrumento de mucho interés para reactivar la economía europea, ya que debe incidir en la generación de riqueza en el área más dinámica de la economía. No hay que olvidar que el efecto sobre el empleo del aumento de actividad de las PYMEs es mucho mayor que en cualquier otra área de la actividad empresarial.